Cómo inyectar heparina correctamente en casa

Cómo inyectar heparina de manera subcutánea es muy fácil si se siguen unos determinados pasos y unos mínimos consejos de seguridad. Por ello, en muchas ocasiones los profesionales médicos permiten la autoinyección de heparina directamente en casa, ya que es más cómodo para el paciente, que no tiene que acudir a un centro médico para recibir la administración del medicamento.  

¿Cuál es la técnica adecuada para inyectar heparina por vía subcutánea?

Para inyectar heparina en casa, el paciente debe recibir previamente instrucciones precisas sobre la técnica correcta de autoinyección por parte del médico u otro profesional sanitario debidamente cualificado. 

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Lo primero que hay que hacer para inyectar heparina es reunir todo lo que necesita para pincharse el medicamento, desde las gasas con alcohol a la jeringuilla precargada, que suele ser lo más habitual en la autoinyección de heparina. Si te preguntas cómo inyectar heparina, solo tienes que seguir los siguientes pasos: 

• Tras lavarse las manos, el paciente debe sentarse o tumbarse en una posición cómoda.   
• Elegir una zona de la cintura que esté, al menos, a cinco centímetros del ombligo o de cualquier moratón, lunar o cicatriz.  
• Limpiar la zona con una gasa con alcohol y quitar el capuchón que tapa la aguja, asegurándose que no toque nada.  
• Tomar la jeringa con una mano y con la otra, utilizando los dedos índice y pulgar, coger un pellizco de la zona de piel que se ha limpiado previamente para formar un pliegue. 
• Introducir la aguja entera en el pliegue manteniendo la jeringa en un ángulo de 90º, es decir, vertical a la piel. 
• Presionamos la jeringa hasta inyectar todo el líquido, despacio y manteniendo el pliegue. Y esperamos unos segundos antes de retirar la aguja, sacándola recta y con decisión. Después, soltar el pliegue de piel. 

Dosis correcta de heparina: ¿Cuánta cantidad de heparina debo inyectar? 

La dosis correcta de heparina la tiene que decidir el personal sanitario porque dependerá tanto de si se trata de un tratamiento curativo o preventivo, como de las pruebas de coagulación que tenga el paciente.   

En adolescentes y ancianos, y en caso de insuficiencia hepática o renal, también hay que valorar la dosis correcta de heparina, ya que puede ser necesario disminuirla. El médico valorará si existen contraindicaciones que impidan llevar a cabo la autoinyección de heparina, como puede ser el embarazo, la toma de ciertos medicamentos por parte del paciente, manifestaciones hemorrágicas o una situación de trombopenia.  

El especialista determinará, además, cuántas inyecciones al día son necesarias y el número de días en los que el paciente tiene que inyectarse heparina, según su evolución clínica o el comienzo de la movilización.   

De igual manera, el paso de inyectar heparina a los anticoagulantes orales también debe ser determinado por el médico, pudiéndose administrar ambos medicamentos simultáneamente durante un tiempo, según su criterio. Será el profesional médico el que indique la dosis y frecuencia de la autoinyección de heparina en cualquiera de los casos, que puede ser diferente según las circunstancias, edad y dolencias previas de cada paciente.   

¿Qué medidas de seguridad debo seguir en la autoinyección de heparina? 

Aunque el médico o el personal de enfermería son los sanitarios que probablemente le orientarán sobre cómo inyectar heparina correctamente desde casa, también los profesionales farmacéuticos pueden orientar al paciente en este sentido.   

La primera medida de seguridad en el caso de la autoinyección de heparina es lavarse las manos con agua y jabón y secarlas bien, antes de comenzar con el proceso. También debe revisar la etiqueta para asegurarse de que se va a inyectar el medicamento correcto, con la dosis de heparina indicada por el personal médico. Una última comprobación será para ver si el medicamento está o no caducado.  

Hay que tener en cuenta que conviene elegir cada día lugares diferentes para inyectar heparina, alternando el lado derecho y el izquierdo, y no inyectar en lugares que presenten cicatrices, lunares, hematomas, hinchazón o sensibilidad. Además, tras la inyección, se puede presionar la piel con una gasa durante unos segundos si sangra, pero no es conveniente frotar el lugar donde se ha realizado la autoinyección de heparina para evitar irritaciones y moratones.  

Por otro lado, el paciente deberá desechar la jeringa con el tapón puesto en un contenedor exclusivamente destinado a ello, aunque puede servir una simple botella de plástico con tapón, que posteriormente será reciclada en la farmacia, manteniéndola siempre alejada del alcance de los niños y los animales. No hay que olvidar anotar la fecha y la hora en la que se aplicó la inyección, para recordarlo.  

Como inyectar heparina es muy fácil si siguen unos mínimos consejos de seguridad. La inyección puede administrársela el mismo paciente, o bien recibir ayuda de una persona de apoyo en el mismo domicilio.  

Algunas Comunidades Autónomas han hecho públicas recomendaciones acerca de cómo inyectar heparina a través de un vídeo en YouTube, como es el caso de la Junta de Castilla y León. Pero ante cualquier duda, lo mejor es dirigirse a un profesional médico, de enfermería, auxiliar de enfermería o personal farmacéutico y consultar acerca de este sencillo proceso que se puede realizar cómodamente desde casa y en pocos minutos.