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Guía completa de cuidados post inyección subcutánea

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Fecha
9 Abr 2024
Área de conocimiento
Bucodental

Una inyección subcutánea es aquella que se aplica debajo de la piel, en el tejido adiposo. Sirve para administrar algunos medicamentos como anticoagulantes, morfina o insulina, y también es común en algunos tratamientos relacionados con la fecundidad o la estética, y a la hora de administrar vacunas.  

Esta inyección se suele realizar en la zona del vientre, en la parte exterior o frontal de los muslos, en la nalga, o en la parte superior de la espalda o los brazos, y aunque no suelen existir complicaciones, se debe cuidar adecuadamente el área de la inyección después del procedimiento y evitar realizar ciertas actividades para reducir complicaciones.  

Antes de proceder a una inyección subcutánea hay que elegir correctamente la zona en la que se va a proceder, ya que no debe haber ningún hematoma, enrojecimiento, hinchazón o cicatriz. Pero no basta con considerar estas indicaciones. Para que el cuerpo absorba el medicamento y no se produzcan complicaciones también hay que considerar recomendaciones post inyección sencillas.  

Igual que para prevenir una infección la persona que practica la inyección subcutánea debe haberse lavado las manos previamente y haber limpiado la zona del pinchazo con una toallita con alcohol, una vez inyectado el medicamento debe retirar la aguja rápidamente y mantener una leve presión en el lugar donde se ha producido la inyección durante unos segundos.  

Es importante que la presión a aplicar se realice con una gasa estéril o con algodón empapado en alcohol en la zona de punción. De esta manera, se evitarán los sangrados y los moratones, y que la zona se infecte. Si observamos que la zona de la punción tiene un ligero sangrado se puede aplicar una tirita o un vendaje en el mismo lugar donde se ha introducido la aguja.  

Otra de las recomendaciones post inyección es no masajear la zona, ya que se puede dañar el tejido subyacente, además de provocar que el medicamento se absorba antes de lo que está previsto. Hay que considerar que la inyección subcutánea, a diferencia de la intramuscular, se usa muchas veces con medicamentos que requieren una absorción lenta y sostenida.

Qué hacer después de una inyección subcutánea: actividades a evitar 

Muchas personas tienen dudas sobre qué hacer después de una inyección subcutánea y qué actividades conviene evitar. El profesional sanitario es la persona más adecuada para indicar al paciente qué puede o no realizar, ya que en muchos casos las recomendaciones van en función del tratamiento al que el paciente se está sometiendo. 

n general, se recomienda evitar tocar la zona de la inyección en las siguientes horas y, sobre todo, sin haberse lavado las manos con agua y jabón. Además, tampoco se recomienda hacer ejercicio físico de manera inmediata o realizar actividades que impliquen una exposición prolongada a una fuente de calor, como puede ser tomar el sol, someterse a una sesión de rayos UVA o utilizar saunas o baños turcos. En cuanto a darse un baño o tomar una ducha de agua caliente, en algunos casos conviene esperar unos 90 minutos después de la inyección. 

Por otro lado, si hay que administrar otra inyección subcutánea en un periodo relativamente corto, hay que realizar una rotación de la zona de inyección. Esto es debido a que si la inyección se aplica siempre en un mismo lugar el tejido que hay debajo de la piel tiende a endurecerse, como si fuera una cicatriz. Esta circunstancia puede derivar en dificultades no solo a la hora de clavar la aguja, sino también en la introducción del medicamento en el cuerpo. Además, hay que tener en cuenta que las nuevas inyecciones deben aplicarse a una distancia mínima de cuatro centímetros del lugar del pinchazo anterior. 

Cuidados post inyección subcutánea: posibles complicaciones 

Los cuidados post inyección subcutánea son importantes para evitar complicaciones. Las más frecuentes son las irritaciones locales, lo que puede suponer enrojecimiento, picor, dolor al tacto, calor, sarpullido hematomas, edemas o un endurecimiento de la zona en donde se ha producido la inyección subcutánea. En algunos casos, además, pueden darse reacciones alérgicas, tal y como se detalla en la Guía de Recomendaciones Prácticas del Uso de la Vía Subcutánea del Consejo General de Enfermería. 

El posible tratamiento dependerá de los síntomas que experimentemos y su gravedad. En principio, la mayoría de las complicaciones suelen ser leves y tienden a desaparecer a las pocas horas. Si se produce hinchazón, dolor o picazón en la zona afectada se puede aplicar compresas frías. 

De igual manera, el personal sanitario también puede recomendar analgésico si el dolor o la inflamación son muy pronunciados, o un medicamento si la zona de la punción se ha infectado. En el caso de las reacciones alérgicas al medicamento inyectado, que pueden ser graves, se suele producir salpullido, mucho picor o dificultad para respirar, lo que exige una intervención sanitaria inmediata.

Los profesionales con un Grado Medio en Cuidados Auxiliares de Enfermería pueden realizar un seguimiento del área en donde se ha recibido la inyección subcutánea. Lo mejor es consultar si se produce fiebre, dolor fuerte y constante, ampollas en el lugar de la inyección, vómitos, urticaria, dolores musculares, mareos, dolores de cabeza, náuseas o un empeoramiento persistente de los síntomas.  

 

 

 

 

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